Inspirado en la labor de mi padre, quien  inició  un servicio de atención médica gratuita para los habitantes de los Valles Altos de Carabobo  en los años 50, di continuidad a su ejemplarizante labor desde 1983 cuando me radiqué nuevamente en la hacienda la Concepción como médico del pueblo.   Posteriormente creamos el Centro de sanación en 1989,  y  la Fundación Otto y Angelina de Hoffmann  en 1996. Desde entonces, he fungido como el principal benefactor de diversos proyectos para promover la salud integral y la calidad de vida.

Realmente, he de confiarles que no encuentro nada que sea más gratificante, que me llene más ni que pueda conferirme una sensación de mayor dignidad que el sentirme útil. Eso es consecuencia de La Ley de Oro, como se conoce universalmente al principio del Dar y Recibir. Se puede resumir en que: hay que dar para recibir, que debemos dar lo que quisiéramos recibir y que mientras más damos más habremos de recibir… Les puedo asegurar, que el dar es la puerta que nos conecta a la Abundancia y a la Prosperidad. Cuando recibimos,  y lo valoramos y agradecemos, qué mejor manera de agradecer que retribuyendo y compartiendo nuestra fortuna.

Yo he sido afortunado, y he recibido mucho de la vida, de mis padres, de mis guías, de mis familiares, amigos y pacientes. Y he compartido mi buena fortuna con todos ustedes… hoy mi casa es su casa. Habiendo creado una plataforma de servicio que beneficia a muchas personas diariamente, es para mi una  necesidad y una gran alegría, el invitarlos para que compartan conmigo este privilegio de ser útiles y, les pido apoyo para ampliar la cobertura de la misión de sanación que dirijo.

Recuerden el concepto del diezmo (del latín decimus, décimo). El cual era un impuesto periódico del diez por ciento (la décima parte de los haberes usualmente referidos a la producción o al comercio) que se utilizaba para satisfacer diferentes asuntos gubernamentales en Roma,  para ofrecerlo al culto de Yahave en el pueblo judío antiguo o para sostener al personal de la iglesia cristiana. El diezmo es un porcentaje que se estima sobre las ganancias, después de haber deducido los gastos generados para cubrir todos los requerimientos como: ropa, alimento, vivienda, etc. Así que tomando en consideración este  criterio, los invito a compartir de lo que no necesitan con aquellos que nos están pidiendo ayuda. 

Por medio de esta iniciativa  vamos  a brindarles una oportunidad de sentirse más útiles y hacer la diferencia  contribuyendo a la sanación de algunas personas que nos necesitan y al desarrollo de diversos proyectos que son del interés de todos. 

Existen tres modalidades de apoyo, en calidad de:

1a. AMIGO: Es aquella persona que en CALIDAD DE SERVICIO dispone de su tiempo y su dedicación para brindar ayuda en alguno de los proyectos de su preferencia..

2a. BENEFACTOR: Es aquella persona que dispone de cualquier monto de dinero extra que en CALIDAD DE DONATIVO voluntariamente lo ofrezca para el apoyo de algún paciente  o proyecto de su elección.

3a. PATROCINANTE. Es aquella persona que en CALIDAD DE PADRINO asume el financiamiento total o parcial de algún paciente o proyecto de su elección.  

Usted puede colaborar en cualquiera de las tres  modalidades cuando lo desee y podrá considerarse un miembro activo de la Fundación Hoffmann Salud Integral .y recibir siempre nuestra consideración y eterna gratitud.


Entre tantas personas que pudiesen requerir o solicitar ayuda, la Fundación escogerá a aquellas que cumplan con cierto perfil  socioeconómico para ser  postuladas a un apoyo económico. Se ha abierto una cuenta bancaria exclusiva para las donaciones, la cual será objeto de una contabilidad trasparente y abierta a revisión, con el fin de que quien lo desee pueda asegurarse que los recursos sean empleados para el propósito original. De igual forma los benefactores y padrinos podrán establecer una comunicación directa con el beneficiario o la persona encargada del proyecto de su elección.


Agradezco a todos por su gentileza y por estar presentes en nuestras vidas. 

¡Que Dios Padre nos bendiga!

Efraín Hoffmann