resultados de la evaluación de la calidad de las aguas de seis ríos de esta estratégica cuenca. El mencionado estudio fue la tesis de grado en Ecohidrologia de uno de los estudiantes Alemanes que vino como parte del convenio de cooperación con la mencionada fundación de ese país.

Para ese estudio se totalizaron 485 mediciones de cinco parámetros de calidad de agua en los Ríos Aguirre, Bejuma, Montalbán y Tirgua, además de las quebradas del Ahorcado, El Peñon y del reservorio de Montalbán. Esos resultados revelan un problema grave de contaminación de las aguas una vez que pasan por las principales zonas urbanas de los valles altos, como lo son Aguirre, Bejuma, Montalbán, Miranda y Chirgua.

Todas las aguas servidas de esas poblaciones se descargan –SIN TRATAMIENTO-  a estos ríos, que, dicho sea de paso, pierden totalmente sus caudales en las épocas de sequía. Esa pérdida de los caudales es directamente causada por los niveles de deforestación que se han alcanzado en estos valles, otrora productores naturales de agua.

El trabajo que se adelanta actualmente consiste en la evaluación, mediante la elaboración de mapas hechos en GSI, de la cobertura boscosa de estos valles y la detección de cambios en la misma. Igualmente estamos evaluando los factores que afectan la propagación natural y la sucesión de los bosques nublados y el desarrollo de un esquema para la reforestación. Además incluye el desarrollo de un modelo comparativo de los cambios en la cobertura boscosa en las cordilleras del norte, este y oeste de las cuencas de los Ríos Aguirre, Bejuma, Montalban y Tirgua, que incluye las quebradas que son nacientes de estos ríos como El Ahorcado, El peñón, Montero, California y el Obispo.

Todo con la ayuda de dos nuevos estudiantes de Alemania; uno de la Universidad de Múnich, quien está realizando su tesis de grado en Cartografía y Geo-Media y otro que acaba de concluir sus estudios en la Universidad de Rottenburg en análisis de suelos, reforestación y tecnología de mapeo GSI.

El producto final será un mapa actual de la cobertura boscosa cuyos cambios serán delineados de la comparación entre los años mencionados en un modelo animado con técnicas de Geo-Media que ofrecerá, incluso, la posible capacidad de predicciones en los cambios en un futuro por definir.

Como es bien conocido, la cobertura boscosa está íntimamente ligada a la producción de agua de estas áreas y consecuentemente a la recarga de acuíferos, caudales de los ríos y quebradas que constituyen esta cuenca.

Se estima preliminares de la cobertura boscosa en las cordilleras orientales de estos valles indican que las pérdidas podrían alcanzar más de un 85% de la cobertura boscosa en esas áreas y que las causas principales estarían ligadas a incendios intencionales y al corte de árboles maderables. Aunque no está claro todavía cuánta agua ha dejado de generarse en la cuenca por la destrucción de estas zonas boscosas, no sería muy aventurado especular que por lo menos se habría perdido el mismo porcentaje en la producción de agua.

Cabe destacar que estudios más concluyentes realizados en la vecina cuenca del Rio Canoabo, que drena al Golfo Triste (costas de Puerto Cabello y Morón), cuya cobertura boscosa está más conservada, gracias a esfuerzos considerables de reforestación, impulsados por los intereses en el agua de la cuenca que tiene PEQUIVEN (Morón), estiman que esa cuenca produce unos 3.500 metros cúbicos de agua anualmente.

La grave situación ambiental de estos valles es compleja pero referente al tema del agua consideramos que está a nivel de crisis. No solo se ha perdido la capacidad de producir cantidades de agua importantes y vitales para todas las comunidades locales, sino que además, la poca que producimos la contaminamos con las descargas de cloacas a los ríos.

El problema crece exponencialmente porque toda la cuenca occidental de los valles altos drena hacia la cuenca del Rio San Carlos que su vez provee sus aguas a embalses como La Palmera de donde se surten importantes poblaciones del vecino Estado Cojedes, que podrían totalizar más de 1.5 millones de personas.

Igualmente, las aguas del Rio Chirgua, drenan en el embalse del Pao-Cachinche que su vez es la fuente de agua potable para poblaciones más grandes como Valencia, Maracay, Guacara y hasta para otros embalses como el de Camatagua.

En resumen, todas estas cuencas se comunican y el efecto de la contaminación y la escasez del agua podría implicar hasta las poblaciones del área metropolitana del país y afectar así a unos 12 millones de habitantes o lo que equivale a cerca de 50 % de la población del País.